De raíces alemanas a rituales cartageneros. La historia que hornea cada bocado.

RAÍCES ALEMANAS. CORAZÓN COLOMBIANO.

Alemania
Gabuccino

Soy Gabriela — aunque muchos me conocen desde adolescente como Gabuccino. Lo que empezó como un apodo entre amigos, hoy es el nombre de mi cocina secreta, un espacio donde el postre se transforma en ritual.

Mi historia comienza entre dos mundos: nací en Alemania, donde hornear en casa es una forma de dar amor, y vivo en Colombia, donde la calidez se respira en cada esquina. Fue en esa fusión cultural donde encontré el punto perfecto entre lo nutritivo, lo artesanal y lo placentero.

Cuando llegué a Colombia, noté que la mayoría de los postres eran excesivamente dulces y carecían de balance. En cambio, yo crecí con sabores más sutiles: frutas frescas, especias, menos azúcar y mucho corazón. Empecé horneando para mí, buscando ese equilibrio perdido. Pronto, mis postres empezaron a llegar a amigos, familiares… y a personas que, como yo, querían cuidarse sin dejar de disfrutar.

Aunque mi formación profesional fue en Negocios Internacionales y soñaba con un camino corporativo, algo dentro de mí sabía que debía crear algo propio. Me formé en repostería saludable, estudié, practiqué, fallé, volví a intentar. Me convertí en mi propia alquimista. Así nació Gabuccino.

Más que una marca, Gabuccino es una comunidad. Es un club secreto donde celebramos el placer consciente, sin extremos ni culpas. Creemos en la moderación, en la intuición, en los ingredientes reales y en los rituales que nutren cuerpo y alma. Cada receta es un homenaje a las raíces, a la salud, y al sabor bien hecho.

Con el tiempo, mis herramientas cambiaron, pero la esencia permanece: todo sigue naciendo desde el amor, a fuego lento y con intención. Hoy, no solo elaboro postres saludables, sino momentos especiales: creaciones hechas a mano, con ingredientes de alta calidad, que cuentan una historia y conectan con quienes saben que cuidarse no significa restringirse.

Este espacio es mi forma de compartir contigo todo eso. Porque un buen postre no solo se disfruta con el paladar. También se siente.
Y si llegaste hasta aquí, quizá tú también estás buscando algo más.

Bienvenido a este ritual.

Desde el alma,

Gabuccino

Gabuccino
Muffins Gabuccino